Cómo destrozar una buena idea en una serie mediocre
Hola amigos y amigas de chapuzamanía, en el programa de hoy , en nuestros cutreconsejos os enseñaremos a cambiar un enchufe con un cuchillo y sin desconectar la luz, a realizar un by-pass coronario sin haber estudiado cirujía, y en cutreonsejo de jardinería, cómo regar las plantas con saliva. Para hoy tenemos un proyecto interesantísimo: como destruir una buena idea en una serie mediocre. Coged lápiz y papel, que aquí están los materiales que necesitamos. Como siempre los podéis encontrar en vuestra tienda de cutrelaje más cercana:
Una idea buena, aunque también sirve mala, el resultado es más espectacular cuanto mejores calidades empleemos.
Y no olvidéis que siempre podéis empeorar la serie con los complementos de siempre: risas de lata, exceso de temporadas, spin-offs, crossovers... todo esto a vuestra elección. Pero no perdamos más el tiempo, veréis que sencillo es destrozar buenas ideas.
nota de los autores: todo lo que viene a continuación es en plan de humor, en ningún momento estamos afirmando que las series que vamos a comentar sean realmente malas, sólo queremos sacarles un poco de punta, y de camino reirnos.
Primero veremos el uso de los clichés. El cliché es la herramienta más útil en manos de un guionista sin motivación, ya que le permite desarrollar una historia sin necesidad de complicarse la vida buscando personajes o situaciones más complicadas. Pero veremos cómo se usa.
Cojamos una buena idea: un avión se estrella en una isla del Pacífico, donde empiezan a suceder cosas extrañas. Pues apliquemos clichés. Por supuesto tiene que existir un conflicto sexual-sentimental entre el protagonista y la ella. Da igual que no tenga mucho sentido. Cuando sobrevivir es una prioridad, todo el mundo piensa en el amor. Así lo dejó claro Tom Hanks en su Náufrago, con su "inseparable amigo" Wilson.
Otro cliché muy abusado: las conspiraciones. Todo el mundo conspira, ya sea el gobiernos, las empresas, los extraterrestres... Expediente X sacó buena tajada de ello (al fin y al cabo trataba precisamente de eso), así que si funcionó con Expediente X, ¿por qué no con otras series? Si de la historia de dos hermanos que escapan de una prisión puedes sacar poco jugo para una segunda, e incluso una tercera temporada, nada mejor que meter, ya no una, sino varias conspiraciones, todas entretejidas. Así que el gobierno conspira contra un pobre hombre, las empresas conspiran contra el gobierno, y un chino calvo conspira contra todos... y ¡listo!, que el pobre Michael Scofield no encontrará ni un respiro, y lo peor es que se le acaba el papel para escribir notas. Además, alguien tan frío como tatuarse los planos de la prisión por todo el cuerpo, es lo suficientemente frío como para enamorarse de la primera que se le pone a tiro. Un claro ejemplo del primer cliché.
Pero mi cliché favorito, el que realmente es capaz de destruir buenas ideas: el de la familia feliz. Y no sirve una familia feliz cualquiera, la madre tiene que ser joven, guapa e inteligente, el padre bueno y comprensivo, y los niños, uno bueno y el otro travieso. Un claro ejemplo: Kyle XY (que dentro de poco se estrenará en Cuatro). O cómo de una buena idea (aparece un chico sin ombligo y sin recuerdos, pero con unas extraordinarias capacidades), lo convertimos en una serie familiar apta para todos los públicos, algo parecido a Farmacia de Guardia (pero sin padre crápula y ludópata) pero con las omnipresentes conspiraciones.
Veamos un claro ejemplo de empleo de clichés: ¿Cómo sería A Dos Metros bajo Tierra?. Seguramente la madre sería más joven, por supuesto rubia (ya que los pelirrojos están reservados para niños traviesos), independiente y emocionalmente estable. David, el hermano homosexual, tendría un novio perfecto, y encontraría todo el respaldo de su madre en sus acciones. Y Claire, la joven de los Fischer, sería la capitana del equipo de animadoras , y sacaría buenas notas en mates. Claro, como ya no habrían conflictos, toda la serie rondaría en torno a alguna conspiración del gobierno para que la gente no se muera, o algo por el estilo.
Pero para no ser injustos con Kyle XY, ¿como sería esta serie producida por Allan Ball, el productor de A dos metros bajo Tierra, y guionista de, por ejemplo, American Beauty? Pues seguramente empezaría la serie mostrando la muerte de quien quiera que sea el responsable de Kyle, sin ahorrarse ningún detalle. Y como la serie ya no tendría conspiración, Ball tiraría abajo el cliché de familia feliz, haciendo que la madre fume porros, la hija esté colocada en el momento de conocer a Kyle, y que el padre le ponga los cuernos a su señora con Kyle, por supuesto sin ahorrar detalles.
Pues siguiendo hasta aquí el uso de clichés. No se pierdan futuros episiodios de Chapuzamanía.
pan parara pan pararaaaaaaa (para qué tener cabecera cuando puedes tararearla)
PD: por supuesto, todo esto es un ejercicio de humor, que no tiene que coincidir con los gustos personales de cada uno. Así que espero que se hayan reído tanto como nosotros planeando esto, ahora me voy a ver un capítulo de Kyle XY
Una idea buena, aunque también sirve mala, el resultado es más espectacular cuanto mejores calidades empleemos.
- Unos clichés que se repiten hasta la saciedad.
- Los Gags de siempre que nadie recuerda cuando hicieron gracia por última vez.
- Unos guionistas mal pagados, sin iniciativa y sin ideas originales.
- Y unos directivos poco arriesgados, poco amigos de sacrificar y dar nuevas oportunidades.
Y no olvidéis que siempre podéis empeorar la serie con los complementos de siempre: risas de lata, exceso de temporadas, spin-offs, crossovers... todo esto a vuestra elección. Pero no perdamos más el tiempo, veréis que sencillo es destrozar buenas ideas.
nota de los autores: todo lo que viene a continuación es en plan de humor, en ningún momento estamos afirmando que las series que vamos a comentar sean realmente malas, sólo queremos sacarles un poco de punta, y de camino reirnos.
Primero veremos el uso de los clichés. El cliché es la herramienta más útil en manos de un guionista sin motivación, ya que le permite desarrollar una historia sin necesidad de complicarse la vida buscando personajes o situaciones más complicadas. Pero veremos cómo se usa.
Cojamos una buena idea: un avión se estrella en una isla del Pacífico, donde empiezan a suceder cosas extrañas. Pues apliquemos clichés. Por supuesto tiene que existir un conflicto sexual-sentimental entre el protagonista y la ella. Da igual que no tenga mucho sentido. Cuando sobrevivir es una prioridad, todo el mundo piensa en el amor. Así lo dejó claro Tom Hanks en su Náufrago, con su "inseparable amigo" Wilson.
Otro cliché muy abusado: las conspiraciones. Todo el mundo conspira, ya sea el gobiernos, las empresas, los extraterrestres... Expediente X sacó buena tajada de ello (al fin y al cabo trataba precisamente de eso), así que si funcionó con Expediente X, ¿por qué no con otras series? Si de la historia de dos hermanos que escapan de una prisión puedes sacar poco jugo para una segunda, e incluso una tercera temporada, nada mejor que meter, ya no una, sino varias conspiraciones, todas entretejidas. Así que el gobierno conspira contra un pobre hombre, las empresas conspiran contra el gobierno, y un chino calvo conspira contra todos... y ¡listo!, que el pobre Michael Scofield no encontrará ni un respiro, y lo peor es que se le acaba el papel para escribir notas. Además, alguien tan frío como tatuarse los planos de la prisión por todo el cuerpo, es lo suficientemente frío como para enamorarse de la primera que se le pone a tiro. Un claro ejemplo del primer cliché.
Pero mi cliché favorito, el que realmente es capaz de destruir buenas ideas: el de la familia feliz. Y no sirve una familia feliz cualquiera, la madre tiene que ser joven, guapa e inteligente, el padre bueno y comprensivo, y los niños, uno bueno y el otro travieso. Un claro ejemplo: Kyle XY (que dentro de poco se estrenará en Cuatro). O cómo de una buena idea (aparece un chico sin ombligo y sin recuerdos, pero con unas extraordinarias capacidades), lo convertimos en una serie familiar apta para todos los públicos, algo parecido a Farmacia de Guardia (pero sin padre crápula y ludópata) pero con las omnipresentes conspiraciones.
Veamos un claro ejemplo de empleo de clichés: ¿Cómo sería A Dos Metros bajo Tierra?. Seguramente la madre sería más joven, por supuesto rubia (ya que los pelirrojos están reservados para niños traviesos), independiente y emocionalmente estable. David, el hermano homosexual, tendría un novio perfecto, y encontraría todo el respaldo de su madre en sus acciones. Y Claire, la joven de los Fischer, sería la capitana del equipo de animadoras , y sacaría buenas notas en mates. Claro, como ya no habrían conflictos, toda la serie rondaría en torno a alguna conspiración del gobierno para que la gente no se muera, o algo por el estilo.
Pero para no ser injustos con Kyle XY, ¿como sería esta serie producida por Allan Ball, el productor de A dos metros bajo Tierra, y guionista de, por ejemplo, American Beauty? Pues seguramente empezaría la serie mostrando la muerte de quien quiera que sea el responsable de Kyle, sin ahorrarse ningún detalle. Y como la serie ya no tendría conspiración, Ball tiraría abajo el cliché de familia feliz, haciendo que la madre fume porros, la hija esté colocada en el momento de conocer a Kyle, y que el padre le ponga los cuernos a su señora con Kyle, por supuesto sin ahorrar detalles.
Pues siguiendo hasta aquí el uso de clichés. No se pierdan futuros episiodios de Chapuzamanía.
pan parara pan pararaaaaaaa (para qué tener cabecera cuando puedes tararearla)
PD: por supuesto, todo esto es un ejercicio de humor, que no tiene que coincidir con los gustos personales de cada uno. Así que espero que se hayan reído tanto como nosotros planeando esto, ahora me voy a ver un capítulo de Kyle XY




Lo que dices es bien cierto. No hace falta mucho para echar a perder una serie. Saludos!
ResponderEliminar¡Buena entrada!
ResponderEliminarNo te olvides de 24 (la serie), esa es imposible no nombrarla en cuanto a clichés.
ResponderEliminarSaludos =)
Buenas
ResponderEliminarPues yo creo que hay algo más cutre que los clichés de las series yanquis. Son los clichés de las series españolas que copian a las series yanquis. Verbigracia: "Hospital Central" y ultimamente "RSI científica"
Sólo con ver los anuncios que avanzan los contenidos de los nuevos episodios ya sufres una muerte neuronal masiva.
Un saludo
De todas formas no se preocupen, que no se va a quedar nada en el tintero. Este sólo es el primer episiodio de chapuzamania. En futuras entregas os enseñaremos a destrozar ideas de mil formas distintas, entre las que se encuentra, por supuesto, hacerla española.
ResponderEliminarBuenisimo oiga!!.
ResponderEliminar¿os imagináis cómo quedaría me llamo earl "clicheteada"?