Crítica: El Caballero Oscuro
...o Batman nisesabe.
¿Creían acaso que se habrían librado de la sensación cinematográfica del verano (al menos en USA)? Pues no, haganse a la idea. Este es un blog de cine y si todos los blogs de cine han dedicado centenares de posts a la película de Christopher Nolan, nosotros no íbamos a ser menos. Lo que vamos a ser es un poco retrasados -se entiende- y vamos a hablar de la película cuando ya está absolutamente todo dicho sobre ella. Somos así. Nos gustan los retos.
En realidad, yo fui a ver la peli la primera semana del estreno. Pero como la presión de recomendar me abruma, escribo sobre ella cuando mi opinión ya no cuenta para casi nada.
Supongo que, por lo general, la película ya la habrán visto y no les voy a desvelar nada nuevo, y que ya habrán leído todo lo que se puede leer acerca de las opiniones que de la película El Caballero Oscuro han inundado la red. Que si Shakespeare, que si la mejor película de superhéroes, que si Oscar póstumo... en fin, todo un dechado de elogios. Excepto Mi Mesa Cojea. No se le tiene en cuenta porque al fin al cabo es un blog que pretende provocar. Y es cierto que tan aclamada recepción mosquea un poco.
¿Merece la película tantos elogios?. Yo creo que sí. De este modo los apresurados ya se pueden saltar el resto.
El Caballero Oscuro
Director: Christopher Nolan
Guión: Jonathan Nolan, Christopher Nolan, David S. Goyer
Actores: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman, Morgan Freeman
Año: 2008
Sinopsis
Un tenebroso personaje, el Joker -Heath Ledger-, ha irrumpido en la dura lucha que mantiene la policía y fiscalía de Gotham contra el crimen organizado. Brutal y despiadado de cruel nihilismo, su objetivo es sólo uno: poner a Batman al borde de un ataque de nervios. Pero Batman -Christian Bale- ha subido el Everest en camiseta y no es de tipo histérico, el ataque de nervios lo sufre entonces el espectador. A través del puro terror, el Joker lleva a la ciudad a una situación límite, donde Batman, el inspector Gordon y el fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart) se replantearán sus funciones para detener al malvado payaso.
Opinión
No me gusta subir en montañas rusas. Ni en el barco pirata. Lo digo porque, sencillamente, no me parece una sensación agradable. Tampoco las películas de miedo, porque me dan miedo. (Soy un tío coherente con los géneros). Batman, el Caballero Oscuro me puso los pelos de punta y me encogió el estómago un par de veces. Pero también, por otro lado, hubo un par de momentos en los que estuve a punto de ponerme de pie y aplaudir en mitad de la sala.
El Caballero Oscuro es una película a la que le sobra Batman para ser un thriller de acción y suspense de gran calidad. La presencia del superhéroe tan sólo sirve para clasificar el film en una categoría donde destaca claramente sobre los productos de los últimos años. Género donde, por otro lado, abundan las hipérboles y los vacíos argumentales. Quizá por ello sorprenda tanto esta película.
No diré que la trama argumental de El Caballero Oscuro sea un prodigio, porque no lo es. La duda moral que se le plantea al superhéroe se resume en determinar hasta que punto puede impartir justicia alguien fuera de la ley. La duda del fiscal es en cambio inversa: cuándo la legalidad debe extralimitarse para cumplir sus objetivos. A todo esto se le suma una tímida tensión emocional por parte de la ex de Batman que ahora está liada con el famoso fiscal. Está muy bien, pero de ahí a ser una tragedia shakespeariana va un largo.
Lo que es la película es intensa, hasta decir basta. La culpa de todo ello es del Joker (que es quien realmente parece tener poderes en la película). Ejerciendo de siniestro titiritero coloca a cada personaje -y al espectador- en la incertidumbre y el miedo absoluto. Finalmente la ciudad entera termina bailando al son de las bombas. Por lo general el espectador pasa la película tratando de averiguar cuál será la siguiente jugada del Joker.
Un Joker magistral, que nos aterra y nos cautiva, interpretado a la perfección por Heath Ledger. Un Joker que extrañamente nos convence y nos introduce en su lógica (o ausencia de ella) perversa y que es capaz de provocarnos escalofríos con una única frase. ¿Por qué no sonríes?.
No se puede comparar esta película con las primeras, firmadas, por Tim Burton. No ya porque a éste el cómic creado por Bob Kane le importó bien poco y fabricó a su Batman. Es que sencillamente las primeras entregas palidecen en cuanto a realismo en comparación con El Caballero Oscuro. El maravilloso Joker de Jack Nicholson es un extravagante bufón a cuyo lado uno viviría a gusto con tal de no estar cerca del nuevo villano. Resulta impensable imaginar a un Batman sin modulador de voz. Parece una tontería, pero marca una clara diferencia. Es la pérdida de la inocencia en las películas de superhombres, la que nos hacía creer que Superman no sólo vuela, sino que además con gafas está irreconocible.
El caballero Oscuro es una película coral, y ese es otro logro. Batman cede el protagonismo a Aaron Eckhart y la película retrata el ascenso y caída de Harvey Drent, destinado a ser el sucesor del justiciero enmascarado si no fuera por la aparición del incontrolable Joker. Se habla mucho del Oscar póstumo a Ledger, pero lo cierto es que Aaron Eckhart también realiza un papelón.
En fin, no deseo que la crítica se extienda demasiado. Lo mejor es verla y, si es posible, adquirirla. En mi opinión, esta película debe suponer un estímulo para los jóvenes directores ahora que el cine de superhéroes ha tomado cierto impulso. Es posible crear historias donde los efectos especiales y poderes sobrehumanos se integren en la trama sin robarle el protagonismo. Donde la victoria de bueno, predecible en el cine, no cause toda la satisfacción que debería.
Incluso siendo derrotado el cruel payaso.
Lo mejor: que mi chica se lo pasó en grande, como yo mismo.
Lo peor: quizá una excesiva duración del film.
¿Creían acaso que se habrían librado de la sensación cinematográfica del verano (al menos en USA)? Pues no, haganse a la idea. Este es un blog de cine y si todos los blogs de cine han dedicado centenares de posts a la película de Christopher Nolan, nosotros no íbamos a ser menos. Lo que vamos a ser es un poco retrasados -se entiende- y vamos a hablar de la película cuando ya está absolutamente todo dicho sobre ella. Somos así. Nos gustan los retos.
En realidad, yo fui a ver la peli la primera semana del estreno. Pero como la presión de recomendar me abruma, escribo sobre ella cuando mi opinión ya no cuenta para casi nada.
Supongo que, por lo general, la película ya la habrán visto y no les voy a desvelar nada nuevo, y que ya habrán leído todo lo que se puede leer acerca de las opiniones que de la película El Caballero Oscuro han inundado la red. Que si Shakespeare, que si la mejor película de superhéroes, que si Oscar póstumo... en fin, todo un dechado de elogios. Excepto Mi Mesa Cojea. No se le tiene en cuenta porque al fin al cabo es un blog que pretende provocar. Y es cierto que tan aclamada recepción mosquea un poco.
¿Merece la película tantos elogios?. Yo creo que sí. De este modo los apresurados ya se pueden saltar el resto.
El Caballero Oscuro

Guión: Jonathan Nolan, Christopher Nolan, David S. Goyer
Actores: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman, Morgan Freeman
Año: 2008
Sinopsis
Un tenebroso personaje, el Joker -Heath Ledger-, ha irrumpido en la dura lucha que mantiene la policía y fiscalía de Gotham contra el crimen organizado. Brutal y despiadado de cruel nihilismo, su objetivo es sólo uno: poner a Batman al borde de un ataque de nervios. Pero Batman -Christian Bale- ha subido el Everest en camiseta y no es de tipo histérico, el ataque de nervios lo sufre entonces el espectador. A través del puro terror, el Joker lleva a la ciudad a una situación límite, donde Batman, el inspector Gordon y el fiscal Harvey Dent (Aaron Eckhart) se replantearán sus funciones para detener al malvado payaso.
Opinión
No me gusta subir en montañas rusas. Ni en el barco pirata. Lo digo porque, sencillamente, no me parece una sensación agradable. Tampoco las películas de miedo, porque me dan miedo. (Soy un tío coherente con los géneros). Batman, el Caballero Oscuro me puso los pelos de punta y me encogió el estómago un par de veces. Pero también, por otro lado, hubo un par de momentos en los que estuve a punto de ponerme de pie y aplaudir en mitad de la sala.
El Caballero Oscuro es una película a la que le sobra Batman para ser un thriller de acción y suspense de gran calidad. La presencia del superhéroe tan sólo sirve para clasificar el film en una categoría donde destaca claramente sobre los productos de los últimos años. Género donde, por otro lado, abundan las hipérboles y los vacíos argumentales. Quizá por ello sorprenda tanto esta película.
No diré que la trama argumental de El Caballero Oscuro sea un prodigio, porque no lo es. La duda moral que se le plantea al superhéroe se resume en determinar hasta que punto puede impartir justicia alguien fuera de la ley. La duda del fiscal es en cambio inversa: cuándo la legalidad debe extralimitarse para cumplir sus objetivos. A todo esto se le suma una tímida tensión emocional por parte de la ex de Batman que ahora está liada con el famoso fiscal. Está muy bien, pero de ahí a ser una tragedia shakespeariana va un largo.
Lo que es la película es intensa, hasta decir basta. La culpa de todo ello es del Joker (que es quien realmente parece tener poderes en la película). Ejerciendo de siniestro titiritero coloca a cada personaje -y al espectador- en la incertidumbre y el miedo absoluto. Finalmente la ciudad entera termina bailando al son de las bombas. Por lo general el espectador pasa la película tratando de averiguar cuál será la siguiente jugada del Joker.
Un Joker magistral, que nos aterra y nos cautiva, interpretado a la perfección por Heath Ledger. Un Joker que extrañamente nos convence y nos introduce en su lógica (o ausencia de ella) perversa y que es capaz de provocarnos escalofríos con una única frase. ¿Por qué no sonríes?.
No se puede comparar esta película con las primeras, firmadas, por Tim Burton. No ya porque a éste el cómic creado por Bob Kane le importó bien poco y fabricó a su Batman. Es que sencillamente las primeras entregas palidecen en cuanto a realismo en comparación con El Caballero Oscuro. El maravilloso Joker de Jack Nicholson es un extravagante bufón a cuyo lado uno viviría a gusto con tal de no estar cerca del nuevo villano. Resulta impensable imaginar a un Batman sin modulador de voz. Parece una tontería, pero marca una clara diferencia. Es la pérdida de la inocencia en las películas de superhombres, la que nos hacía creer que Superman no sólo vuela, sino que además con gafas está irreconocible.
El caballero Oscuro es una película coral, y ese es otro logro. Batman cede el protagonismo a Aaron Eckhart y la película retrata el ascenso y caída de Harvey Drent, destinado a ser el sucesor del justiciero enmascarado si no fuera por la aparición del incontrolable Joker. Se habla mucho del Oscar póstumo a Ledger, pero lo cierto es que Aaron Eckhart también realiza un papelón.
En fin, no deseo que la crítica se extienda demasiado. Lo mejor es verla y, si es posible, adquirirla. En mi opinión, esta película debe suponer un estímulo para los jóvenes directores ahora que el cine de superhéroes ha tomado cierto impulso. Es posible crear historias donde los efectos especiales y poderes sobrehumanos se integren en la trama sin robarle el protagonismo. Donde la victoria de bueno, predecible en el cine, no cause toda la satisfacción que debería.
Incluso siendo derrotado el cruel payaso.
Lo mejor: que mi chica se lo pasó en grande, como yo mismo.
Lo peor: quizá una excesiva duración del film.
Si quieren un poco más de información les dejo con un par de blogs realmente interesantes que vienen a cuento de la película:
Iconografía del Joker, por el Predicador Malvado.
El dilema del prisionero, de Historias de la Ciencia.