Peleando borracho
Yo ya aviso: esta entrada no será bien digerida por los altos mandatarios de la Salud Pública.¿Que hay más divertido que ver cine de chinos atizándose de forma espectacular?. Pues cine de chinos, borrachos, atizándose de forma espectacular. Evidentemente.
¿Sabían que yo tengo un blog de cervezas?
Bueno, prometí una segunda entrega de cine chino de mamporros y aquí está. El tema del día es el boxeo borracho, la disciplina más subyugante del kung-fu. Lo del boxeo borracho parce broma pero va en serio: de entre los muchos estilos de kung-fu que se practican, uno de ellos es el del boxeo borracho, que, como toda disciplina deportiva, mejor no practicar borracho, por el peligro que conlleva. Como las competiciones de dardos en el pub, vamos.
Pero éste es un blog de cine y poco sé yo de la compleja evolución del kung-fu y sus técnicas, así que hoy hablaremos de la película que puso "de moda" el boxeo borracho cinematográfico. Corría 1978 y un joven actor, asiduo extra en películas de mamporros de Hong Kong interpretaba la película que le lanzaría a la fama como sucesor de Bruce Lee. Se llamaba Jackie Chan.
La película en cuestión era Jui Kuen (El Luchador Borracho o Drunken Master) y tuvo un éxito inmediato. La espectacularidad de Jackie Chan, quien ya empezaba a utilizar toda clase de artilugios como armas, así como el tono humorístico (pionero entre las películas de artes marciales) la catapultaron al éxito. Jackie Chan ya había sido protagonista en su anterior película -El Tigre a la Sombra del Águila-, rodada con prácticamente el mismo reparto y equipo, pero la película del boxeador borracho duplicó los ingresos de su antecesora.
El boxeador borracho no es propiamente Jackie Chan -Wong Fei Hung1-, sino su maestro, quien le enseñará el arte del boxeo etílico a la fuerza. Y es que Wong no desea aprender nada, porque es un manta que cree saberlo todo y se aprovecha de su buen kung-fu (su padre es uno de los mejores maestros) para comportarse como un vándalo. Su padre, hartito de tanta tontería, le manda entonces entrenar un año con el temible Beggar Su, el maestro borracho.
Porque Su es un borracho auténtico, no es que se lo haga para aporrear a sus adversarios, que va. Y si no bebe, le entran temblores propios del delirium tremens y pierde sus aporreantes facultades. La peli transcurre mostrándonos el entrenamiento del indisciplinado Wong, que, al final del final, comprenderá la necesidad de educarse. Más que nada porque un día se encuentra con un tío más fuerte que le da una soberana paliza. Que por cierto, este personaje, asesino a sueldo, recibe el encargo de acabar con la vida del padre de Wong. Así que el enfrentamiento final con éste queda servido.
La película es un dulce para los amantes de las artes marciales que quieran conocer los orígenes de Jackie Chan. El humor en esta película tiene algo de infantil e inocente que hoy nos resulta sonrojante. A mi me parece deliciosa. Tiene el gusto y sabor de lo original. Al contrario que su sucesora.
Porque claro, independientemente de las muchas copias baratas de cine chino que aprovecharon el tirón, la película tiene una secuela casi 20 años después, protagonizada por el mismo Jackie Chan en el mismo papel: La Leyenda del Luchador Borracho.
La película, que tampoco tiene mucho argumento (Wong descubre que ingleses expolian patrimonio chino con la complicidad de corruptos compatriotas) pierde la inocencia y se convierte casi en un alegato anti-alcohólico, cuando la primera era más bien una oda a su consumo. Una oda compuesta a base de patadas, claro. Los tiempos cambian, sí, pero a veces me pregunto por qué el cine, o el arte en general, debe cumplir una función educativa2.
De la secuela tan sólo se salvan las cabriolas de su protagonista, que a mi me deja fascinado. Por otro lados ha habido otras películas hollywoodienses de boxeo borracho, aunque no del mismo estilo. Drunken Monkey es una película protagonizada por Gordon Liu (¡Pai Mei y el calvo de los 88 maniáticos en Kill Bill!). La película es una especie de western que no va a ningún lado y que no tiene ni pies ni cabeza. Ahora bien, el estilo del mono borracho, que es una variación del estilo del mono, es una pasada.
Esta última película cuenta con el afamado maestro Lau Kar-Leung, actor y director de artes marciales, quien también participa en la secuela de Drunken Master. Aunque discrepancias artísticas con Jackie Chan le llevaron a dejar el proyecto antes del rodaje de la última escena. Lau Kar-Leung es también el director de coreografía de El Maestro de la Guillotina Voladora. Y artífice de la mayor parte de la saga de La Cámara 36 de los Shaolin, de donde saldría Gordon Liu como incipiente estrella.
En fin, un mundillo complejo donde los actores se entremezclan en diversos estilos y películas, algunas de ellas fascinantes y entretenidas. Así que posiblemente no sea ésta mi última entrada dedicada a este cine.
Y ya les dejo con un vídeo, donde se resumen las principales características de El Luchador Borracho: Jackie Chan asombrándonos y un humor tontorrón:
1 Este personaje es un homenaje al auténtico Wong Fei Hung
2 ¿Debe el arte ser educativo? ¿Y políticamente correcto?. ¿Nos ha de enseñar el cine que no debemos beber mucho?. ¿Hace bien Hernan Casciari?. Planteado queda el debate.



