viernes, 28 de marzo de 2008

[CRÍTICA] 2001: Una Odisea del espacio



Ya se que dije en mi entrada de presentación, pero creo que no voy a tener mejor momento para
hacer una crítica de esta película. Estas vacaciones de semana santa las he aprovechado paravolver a leerme el libro de Arthur C. Clarke, y también la secuela ("2010: Odisea 2", en cuyo
prólogo viene explicado por parte del propio Clarke, como la película y el libro fue una especie de proyecto conjunto en la que se retroalimentaban mutuamente, y que la película se estrenó unos pocos meses antes que la publicación del libro), y a la vuelta me encuentro con que ha muerto recientemente. Hacía tiempo que me apetecía ver la película de nuevo, y bueno, desde aquí quiero rendirle un pequeño homenaje al autor y al responsable al 50% de esta película.

Título: 2001: Una Odisea del espacio
Director: Stanley Kubrick.
Guionistas: Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke.
Productores: Stanley Kubrick y Victor Lyndon.
Intérpretes: Keir Dulea (David Bowman), Gary Lockwood (Frank Poole), William Sylvester (Dr. Heywood Floyd) y Douglas Rain (voz de HAL 9000).
Año: 1968.


Sinopsis:
En un futuro no muy lejano, se encuentra en la Luna la primera señal de vida inteligente de origen extraterrestre: un monolito enterrado hace 4 millones de años. Sin embargo, el viaje hasta la siguiente pista resulta ser toda una travesía, con un destino sorprendente.

Crítica:
Un auténtico coñazo, tenedlo muy en cuenta; si hay algo que se echa en falta en esta película es ritmo, si a eso le unimos que Kubrick no hace el esfuerzo de ponerse en el lugar del espectador para hacerle llegar el mensaje, pues tenemos 2 horas y 20 minutos interminables y casi inteligibles. Es por ello por lo que insisto en el libro, pues es en este caso donde podemos encontrar un gran ejemplo de la simbiosis entre cine y literatura (hay mínimas diferencias entre ellos, excepto en la forma de contar la parte final, lo cual es una auténtica pena). Una vez leido el libro, vemos la película con otros ojos, como si fuera casi un documental por el detalle y realismo (tanto en apariencia y trama convincente como en la forma de conseguirlo); la película desprende hechos, no una historia contada (posiblemente ayudado por la falta de algún tipo de narración y casi de diálogos). En cuanto a la trama, son 3 historias casi independientes ("los monos", la expedición lunar, y el viaje a Júpiter), pero que forman una consistente y buena historia de ciencia ficción (donde predomina la soledad y la escasez de vida de principio a fin, salpicada por la cuestión filosófica de la mano de HAL9000, un personaje en toda regla y otra seña de identidad del largometraje): "El amanecer del hombre", que sería una preintroducción a la trama (la famosa "escena de los monos"), alcanzando la introducción de la historia propiamente dicha mediante un salto de 4 millones de años (desde el hueso hasta la "era espacial"), el encuentro con el monolito TMA1, el viaje siguiendo su pista (donde transcurre la odisea propiamente dicha) y el desenlace a traves de un viaje más allá del tiempo y del espacio. Creo que el fallo de Kubrick radica precisamente en esta última parte, donde se no alcanza la claridad del libro (y en mi opinión, se va un poco por las nubes), y es donde más se echa en falta que no sepa explicar solo con apoyo de la música y la fotografía (las cuales son pilar básico del film y son de recordar, sobre todo la inolvidable presentación con la alineación de Sol, Tierra y Luna con "Así habló Zaratrusta" de Richard Strauss acompañando), aunque los pocos diálogos existentes son para prestarles también la máxima atención. Esta película es precisión al mínimo detalle, por lo que me encantaría contar mucho más, pero no creo que sea adecuado que para eso ya está la película que lo hace perfectamente (a parte de que podría alargar demasiado esta entrada y seguro que se me olvidaría algo en el tintero).

Lo mejor: El detalle y precisión en todo (desde las leyes físicas, hasta el aspecto, la funcionalidad, la visión de un futuro bastante probable, selección de fotografía y de música,...).

Lo peor: Falta de capacidad para lanzar un mensaje, y ausencia de un ritmo adecuado para la duración e historia. Sobran metraje y planos.

Mi opinión
: Sigo sin saberla, lo mio con esta película-libro es enfermedad.

martes, 25 de marzo de 2008

Cine oriental de mamporros: El Luchador Manco

Si sólo pudiera elegir un género en el cine para saberlo todo acerca de él, elegiría sin duda el cine oriental. Claro, que esto no es un género por sí sólo. Afinando más diría que me inclino por el cine oriental de porrazos. Por desgracia (y suerte de mi pareja) no tengo tanto tiempo para ver todo lo que quisiera.

La verdad es que, independientemente de la calidad que tengan algunas, ejercen sobre mí una fascinación malsana. Primero por ese aire de western postmoderno que irradian. Luego porque los orientales, tanto chinos como japoneses, tienen un sistema de valores completamente ajeno al nuestro (donde se ensalza cierto grado de humillación) que nos suele dejar perplejos. Y ya finalmente por el aspecto espectacular y a veces risible de las peleas. Tanto más risibles a medida que nos retrasamos en el tiempo. Como Grease, que a medida que envejece es más divertida.

El cine oriental chino está cargado de leyendas e historias, algunas de ellas adaptadas o recogidas por el cine posterior. En Kill-Bill, gran ejemplo, Pai-Mei, cruel maestro de La Novia, recoge el personaje legendario (con dosis de realidad) de Bak-Mei, superviviente de la destrucción del Templo del Loto Blanco, al que el cine de Hong Kong honró con multitud de películas a finales de los 70. Por cierto que otro histórico personaje llevado a Kill-Bill es Hattori Hanzou, el constructor de katanas e inspirador del universo ninja (como contó Kirai).

El Luchador Manco (one-armed boxer) es uno de los personajes que más transcendieron de aquella primera etapa del cine de acción chino. Su intérprete (Jimmy Wang Yu) se hizo pronto famoso y millonario y protagonizaría varias secuelas del film. Por cierto, que su primer personaje fue "el espadachín manco", a quien daría vida también en numerosas ocasiones, llevándole a enfrentar a otro clásico luchador -este japonés- revivido últimamente: Zatoichi, el samurai ciego.

Entenderán ahora un poco más por qué me parece apasionante el cine oriental. Y si bien las modernas películas de mamporros carecen de la simplicidad y encanto de sus predecesoras, algunas contienen elementos interesantes (como Hero) y otras pasan directamente a ser cine "serio", como La Espada del Samurai, The Hidden Blade o El Ocaso del Samurai.

Hace tiempo encontré, en algún rincón del videoclub, El Luchador Manco contra el Maestro de la Guillotina Voladora. Con semejante título, ¿cómo no cogerla?. La película, de 1975, era un despropósito de peleas con trasfondo de venganza: el maestro de la guillotina voladora, un legendario asesino tibetano, busca vengar la muerte de dos de sus discípulos a manos del luchador manco, muerte sucedida en la primera película.

Debo reconocer que en esta película me puse de parte del viejo maestro: un pobre anciano ciego con un dominio mortal de la temible guillotina voladora. El luchador manco me pareció un tramposo dispuesto a emplear cualquier ardid que le proporcionara algún beneficio. Pero bueno, al fin y al cabo así debe ser una lucha a muerte. Y me quedé con ganas de ver la primera película.

Y esa vi el otro día, ya que, por arte de magia o del encargado, de pronto apareció en la estantería. Esta película narra la historia del enfrentamiento entre la poderosa y corrupta organización Hook Gang y la escuela Ching Te, donde entrena el joven Tien Lung. Incapaz de superar en pericia a los boxeadores de Ching Te, Chao, el malvado líder de Hook Gang contrata a los más temibles guerreros extranjeros para que den un repaso a los pobres estudiantes rivales. Y como la cosa va a más, los terribles mercenarios acaban cargándose a todo el personal, excepto al (afortunado) Tien Lung, quien tan sólo pierde un brazo.

Tras ello, y habiendo estado a punto de morir, el joven entrena el brazo restante hasta convertirlo en un arma de matar, vuelve al pueblo y se carga a todos los rivales. Y punto pelota.

Pero, sinceramente, más vale que deje el tráiler y os hagáis (quienes no la hayan visto) una idea:



Y aquí viene una prueba de compatibilidad:

(si no lo sabes) ¿Te has quedado con ganas de saber qué forma tiene una guillotina voladora?





Como el formulario no va a ningún lado, haz tú mismo el cálculo: si la respuesta es no, usted y yo hablaremos del tiempo la próxima vez que nos encontremos. Si es que sí, súmate 5 puntos de compatibilidad conmigo. Felicidades.

Más acerca de Jimmy Wang Yu en la wikipedia (inglesa). Y también un artículo, muy completo, acerca del género de las artes marciales en china.

sábado, 15 de marzo de 2008

Crítica: Reaper (serie)

Bueno, pues en la linea del desaparecido en combate Gato Cuántico, me atrevo a comentar una serie popular a la que últimamente me he enganchado. No es fácil que yo me enganche a una serie. Primero, porque todas esas series tan tan buenas como Los Soprano, Dexter, Lost... las hacen o bien en canales de pago que no tengo, o bien a horas cambiantes y tardías. Y yo soy un tío de horarios fijos y rutinas claras que apenas ve la tele.

Cuando lo hago, concedo 10 segundos de prueba a las series que por azar caen en el tubo. Y si en diez segundos no me convencen, fuera. Así me enganché a House y a Me Llamo Earl, las únicas series que he seguido con cierto interés.

Al igual que "Me Llamo Earl", Reaper ha sido programada por La Sexta aquí en España. Sin ser una obra maestra, es una serie entretenida y con algunos puntos interesantes. Sólo queda rezar para que la cadena verde no la maltrate demasiado (como le sucedió a Earl) y le de algo de vidilla antes de acabar en el cajón de las series. Lo mismo se puede pedir a la productora.

Pero basta de rollo y vamos a meternos en harina.

Reaper

Intérpretes: Bret Harrison, Ray Wise, Missy Peregrym, Tyler Labine, Rick Gonzalez.
Directores y creadores: Peter Lauer, James Head, Kevin Smith, Tara Butters, Michele Fazekas.
Año: 2007-

Sinopsis

El día de su cumpleaños, el Diablo (Ray Wise) le tiene una sorpresa guardada a Sam Oliver (Bret Harrison). Literalmente. Su alma le pertenece, pues fue vendida por sus padres antes de que naciera, presumiblemente a cambio de la salud de su padre. Sam debe pues, trabajar para el Demonio cazando almas escapadas del infierno. En su tarea le ayudarán sus dos amigos, Ben (Tyler Labine) y Sock (Rick Gonzalez). Juntos plantarán cara a los más terribles asesinos provistos de increíbles armas de la sección de jardinería...

Opinión

No negaran que el planteamiento no es interesante. En mi opinión, las buenas series deben tener una estructura similar en cada capítulo y, además, desarrollar una o dos tramas más complejas en el trasfondo. Veamos lo que sucede en esta.

El guión de cada capítulo es muy parecido: Sam se encuentra una mañana con extraños poderes. Por qué los tiene no lo sabe, pero es señal y pista de que un alma infernal anda suelta. Acto seguido recibe un receptáculo, el cazamariposas de almas: tampoco sabe cómo funciona, pero se supone otra pista. El Diablo le visita, le da algún consejillo y Sam, quiera que no, se debe enfrentar al demonio huido. A la primera o a la segunda y tras algún susto, Sam, acompañado de sus amigos, atrapa al fugitivo.

A partir de ahí hay varios elementos interesantes. El primero, la relación de Sam con Andi (Missy Peregrym), compañera de trabajo y amiga-casi-novia-pero-no-sucede-nada. Sam se niega, en principio, a revelar su doble vida, cosa que, evidentemente, causa problemas en su relación. Lo más natural en el desarrollo de la serie sería que Andi pasase a formar parte de la caza de demonios, pero no está la cosa clara, ya que el Diablo se lo tiene expresamente prohibido a Sam. En todo caso no se puede prolongar demasiado el casi-que-somos-novios.

Por otro lado está la relación del protagonista con sus padres, un poco tirante desde que descubrió lo de la venta del alma y todo eso. En un capítulo se da a entender que las razones de la venta podrían ser algo más oscuras. De momento, queda la cosa abierta y por desarrollar.

Y sobretodo, la relación de ¿amistad? que tiene el Diablo y Sam. El Diablo, no contento con hacerle trabajar, se ofrece a aconsejarle: sentimentalmente y en cualquier otro aspecto en el que pueda meter baza. El problema es que el Diablo, que tan bien conoce a los humanos, no deja de ser malo. Así que tenemos a Sam currando por el bien (las almas huidas van cometiendo asesinatos por ahí) a las órdenes de malo más malo de todos, empeñado en ayudar a Sam a ligar. Sin duda, la evolución de esta relación animará la serie.

Por el camino se disemina cierto humor gamberro -pero familiar- a cargo sobretodo de Sock, el amigo gandul y lenguaraz. Completa el trío Ben, que pone el lado racional y entrañable (¡me recuerda al Hombre Cangrejo!). Los tres trabajan en una especie de Wall-Mart donde una espléndida caricatura de jefe les hace la vida imposible. La tienda es usada además como centro de operaciones y aprovisionamiento. La duración de cada capítulo (en torno a media hora) propicia que hasta me quede con ganas de un poco más.

Entre los asesores de los guionistas se encuentra Kevin Smith, quien además realizó el episodio piloto. Aunque esto no asegure calidad, sí que se nota la firma del director en el humor. Para quien sólo conozca al director de Jersey a través de sus películas, existen varios monólogos famosos en Youtube, en los cuales éste pone a caldo a Tim Burton y a algún productor. Los fans del creador de Eduardo Manostijeras no se lo perdonarán jamás. Aquí uno y aquí otro (si tienen tiempo han de ver este último, por favor, y después el primero).

En fin, una serie para descansar la cena en el sofá, para toda la familia y entretenida. Eso es lo que yo pido a los directivos de la tele para entre semana. ¿Es acaso pedir demasiado?.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Mongol, de Sergei Bodrov

Había oído hablar mucho de los pretest que se hacen a las películas antes de estrenarse para ver la aceptación que tendrán, si se tiene que cambiar algo, que es lo que más gusta, lo que menos, su tirón comercial... pero nunca había participado en uno. La semana pasada estuve en Nueva York con mi novia (dejad de envidiarme, xD), y en el vestíbulo de un cine en el que no habíamos encontrado ninguna película que nos interesara (aunque nos gustó ver “El Orfanato” en la cartelera) nos ofrecieron participar en uno de esos tests. Se trató de “Mongol”, de Sergei Bodrov, película nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa de este año por Kazajstán.

El filme nos narra la vida de Gengis Khan en sus años de niñez y juventud antes de convertirse en la figura que es hoy. La muerte de su padre, la separación forzada de su prometida, el enfrentamiento con su hermano de sangre y la decisión de unir a todos los pueblos mongoles para formar una gran nación.

Se trata de una superproducción de gran magnitud, con un despliegue de medios digno de cualquier filme norteamericano. Sin embargo, se trata de una película épica con pocas batallas (aunque buenas) y bastantes relaciones personales, una concepción oriental de la épica, pero con influencias occidentales. El guión, más que aceptable, lleva un buen ritmo durante toda la película, aunque peca de contemplativo en algunas ocasiones. La fotografía, a cargo de Rogier Stoffers (“Disturbia”, “John Q”) y Sergei Trofimov, es magnífica, al igual que las localizaciones, un conjunto que nos traslada a un paisaje inhóspito pero próximo, al hogar de un joven Khan que forja él mismo al futuro conquistador.

En el apartado interpretativo destaca el actor que interpreta al amigo/hermano del joven Gengis, Honglei Sun, que ya pudimos ver en el papel protagonista de la delicada “The Road Home” de Zhang Yimou. El resto del reparto realiza un trabajo aceptable, con parcas interpretaciones, sobre todo la de Tadanobu Asano, Khan, que nos intenta transmitir cierto misticismo, pero que no logra convencer del todo al espectador occidental.

En conjunto, una buena obra que, sin embargo, se quedó sin la estatuilla. Sólo se ha estrenado en Rusia y en diversos festivales, y hasta verano no llegará a las pantallas norteamericanas y de ahí, si su éxito la avala, al resto de carteleras internacionales. Desde aquí un voto de confianza y un gesto de alegría por Bodrov y Kazajstán, porque no todo en esta vida es occidente ni los tres asiáticos de siempre.





En cuanto al test, tras finalizar la película nos pasaron un cuestionario donde se nos pedía la valoración de la interpretación de los actores, se nos preguntaba cuál era la escena que más nos había gustado y la que menos, si los subtítulos se entendían bien o iban demasiado rápido, cuál era nuestra impresión general, a quién se la recomendaríamos y a quién no y por qué… Muchas preguntas para valorar la aceptación de la sala. La verdad es que nos gustó bastante a todos los que estábamos ahí y, pese a que yo pensaba que seríamos pocos los que nos prestaríamos a la prueba, la sala, bastante grande, estaba prácticamente llena.

lunes, 3 de marzo de 2008

No es pais para viejos


SINOPSIS: En el estado fronterizo de Texas, en el año 1980, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes que se encuentra cerca de Río Grande, descubre un día un hombre acribillado a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo...

...que no duda en recoger para largarse tan pancho con la pasta, lo que supondrá el comienzo de una persecución que costará la vida a mas de uno.

No se como definir esta película, así que iré dando unas pinceladas para los que no la hayan visto y luego me meteré al turrón ;)

Básicamente es lo que parece, una película sobre un hombre perseguido por el destino, que el mismo ha escogido al robar el dinero de un intercambio de droga fallido, y que decidirá su destino.
La película va cambiando el centro de atención de la película, y aunque básicamente vemos a nuestro vaquero perseguido por un psicópata que solo busca recuperar el dinero, la acción cambia de vez en cuando para prestar la narración a un viejo policía que no entiende los tiempos que le han tocado vivir. la película es pura tensión y se ve bien, no se hace corta ni larga y quizás lo mejor son las escenas en las que parece que el mundo desaparece del plano y tanto cazador como presa están solos en su particular mundo en el que uno de los dos ha de morir.

Ahora, entrando mas en detalle la película me resultó una mezcla de los Los tres entierros de Melquíades Estrada y Terminator. Bardem está excepcional en su papel de psicópata, y Josh Browlin borda el papel de un cazador de las llanuras mas inteligente que la media, de hecho la mayor parte de la diversión en esta película para mi era observar el calculado siguiente movimiento del protagonista para escapar con el dinero impunemente. Pero tiene unos cuantos detalles que a mi me estropearon un poco la película, y aquí puede colocarse la alerta spoilers . Durante toda la película se van alternando escenas con el policía que hace el seguimiento del caso y que siempre va 5 pasos por detrás de la acción, pero lo molesto es que que se empeña en darnos lecciones de moralidad con tintes nostálgicos contándonos como en los viejos tiempos hasta los delincuentes eran mejores, por otra parte tenemos una sorprendentemente molesta tendencia en la película a dar un toque de "realismo", incluyendo sucesos mas o menos al azar que nada tienen que ver con el desarrollo de la acción. pero que cambian el curso de la historia, a saber: la muerte de nuestro protagonista de una manera bastante estúpida, o el accidente del final solo por nombrar los dos mas sangrantes.

Con todo la película se ve bien en un tirón, y se hace entretenida e interesante, así que se la recomiendo a todo el mundo. Y por supuesto, el oscar a Bardem está mas que merecidísimo